¿Qué es la adicción al cannabis?
El cannabis es una de las sustancias más consumidas a nivel mundial. Según datos recogidos por Connor y colaboradores (2021) en la revista Nature Reviews Disease Primers, cerca de 192 millones de personas lo usaron en 2018, y alrededor del 10% desarrolló un patrón de uso problemático que se conoce como trastorno por uso de cannabis (Cannabis Use Disorder o CUD, por sus siglas en inglés).
Este trastorno se caracteriza por la pérdida de control sobre el consumo, el uso continuado a pesar de las consecuencias negativas, la aparición de síntomas de abstinencia al intentar dejarlo, y una necesidad creciente de consumir más cantidad para notar los mismos efectos.
Una relación que cambia con el tiempo
Lo que comienza como un consumo ocasional —para relajarse, dormir mejor o escapar del estrés— puede transformarse gradualmente en una relación de dependencia. Muchas personas no lo perciben al principio. Pero con el tiempo, el cannabis empieza a estar presente casi a diario, hasta el punto de convertirse en una estrategia principal para regular emociones o calmar el malestar.
El problema no es solo el cannabis en sí, sino el papel que pasa a desempeñar en la vida cotidiana: cuando deja de ser una elección libre y se vuelve una necesidad, incluso si ya no genera bienestar real.
¿Qué señales indican un posible problema?
Según el equipo de Connor et al. (2021), el riesgo de desarrollar adicción aumenta con el consumo frecuente, la edad temprana de inicio (especialmente antes de los 16 años), y la combinación con otras sustancias como el tabaco o el alcohol. Algunas señales que pueden indicar un uso problemático son:
- Has intentado dejarlo o reducirlo sin éxito.
- Lo necesitas para relajarte, dormir o funcionar durante el día.
- Has perdido interés por actividades que antes disfrutabas.
- Aparecen síntomas como irritabilidad, ansiedad o insomnio cuando no consumes.
- Sientes que el consumo te aleja de tus objetivos o valores personales.
Consecuencias que no siempre se ven
Aunque el cannabis suele percibirse como una sustancia “blanda”, su uso crónico puede tener efectos importantes. El artículo de Connor y colaboradores destaca un mayor riesgo de:
- Trastornos de ansiedad y depresión.
- Déficits en la memoria, la atención y la motivación.
- Problemas respiratorios cuando se fuma.
- Mayor vulnerabilidad a episodios psicóticos en personas predispuestas.
- Dificultades académicas, laborales y en las relaciones personales.
Además, el consumo en edades tempranas se asocia con una mayor probabilidad de abandono escolar, accidentes de tráfico y uso de otras sustancias a lo largo de la vida.
¿Y si quiero dejarlo y no puedo?
El síndrome de abstinencia del cannabis —reconocido por el DSM-5— puede dificultar mucho el proceso. Aparecen síntomas como irritabilidad, insomnio, nerviosismo, cambios de apetito y malestar físico. Esto, junto al papel que el cannabis puede cumplir como regulador emocional, hace que el abandono sea un reto real, no una simple cuestión de voluntad.
Actualmente, tal como indica el estudio de Connor et al., no existe un tratamiento farmacológico aprobado para esta adicción. Sin embargo, hay evidencia sólida que respalda el uso de terapia cognitivo-conductual, entrevista motivacional y programas de refuerzo basados en la abstinencia como intervenciones eficaces.
El papel de la terapia
En consulta, el abordaje no se centra solo en “quitar el cannabis”, sino en entender qué lo mantiene, qué función cumple y cómo cubrir esas necesidades de forma más saludable. Esto puede incluir el trabajo con emociones difíciles, habilidades de afrontamiento, autoestima, relaciones interpersonales y valores personales.
Cambiar la relación con el cannabis no es solo un proceso de renuncia, sino también una oportunidad para reconectar con una vida más presente, clara y coherente con lo que realmente importa.
¿Estás en un punto de inflexión?
Si sientes que el cannabis está ocupando un espacio que ya no deseas, o si te cuesta dejarlo aunque lo hayas intentado, no estás solo. Muchas personas han atravesado este proceso y han encontrado apoyo profesional para reconectar consigo mismas desde otro lugar.
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Referencia
Connor, J. P., Stjepanović, D., Le Foll, B., Hoch, E., Budney, A. J., & Hall, W. D. (2021). Cannabis use and cannabis use disorder. Nature Reviews Disease Primers, 7, Article 16. https://doi.org/10.1038/s41572-021-00247-4